Hoy queremos compartir con todos vosotros una grata experiencia que hemos tenido en torno a la buena mesa. Eso sí, sin ánimo de ser críticos gastronómicos. 😉
Siempre es un placer que te reciban bien. Con ganas. La gran sonrisa del director Paco García nos dio una calurosa bienvenida a la altura del mejor anfitrión. Se presumía una noche agradable.
Nos enseñó su casa con mucho orgullo. Ya la conocíamos de otras visitas profesionales que bien lejos estaba de la de aquella noche.
Se trata del Restaurante El Lago ubicado en una exclusiva zona de Marbella. Sus fogones están dirigidos por el chef Diego del Río. Con 15 años de historia, este establecimiento fue reconocido en 2005 por la Guía Michelín con una Estrella que aún mantiene.
Un salón amplio y con pocas mesas contrastan con la gran terraza con vistas al lago, que da nombre al restaurante. ¡Una pena el no poder disfrutarla! ¡Qué frío! Esa será la excusa perfecta para volver 😉
Ya ubicados en nuestra mesa nos sirven unos aperitivos: tortillitas de camarones, crujientes de pipas de girasol y torrezno de cerdo ibérico con ali oli de pulpo. Lo acompañamos de las tres variedades de la aceitunas aloreñas. Y todo esto regado con el espumoso Botanic. ¡Un placer empezar con gastronomía de Kilómetro cero!
Mientras hojeamos la carta nos sorprenden con un cata de AOVE de dos almazaras de Málaga. Finca la Torre en su variedad Hojiblanca ecológica y La Laguna de Fuente de Piedra, Vidueña Premium. Para mojar. Unos buenos molletes recién horneados y escamas de sal de Cádiz.
Pronto le echamos el ojo a los entrantes. Sucumbimos a una urta macerada con jugo de cítricos, verduras crudas y cilantro. Una explosión de frescura en boca. Refrescante. Un plato muy apropiado, sobre todo, para la temporada que entra ahora.
Como buenos amantes que somos del ajoblanco y del atún. Vimos la combinación perfecta en el tartar de atún con ajoblanco de kinchi, manzana y quinoa crujiente. Una propuesta muy honesta que interpreta un clásico de la gastronomía española. Muy acertado ese toque picante y la textura crujiente de la quinoa que contrasta con la carnosidad del atún. No deja indiferente.
El pulpo a la parrilla con crema de patata asada y trufa es un imprescindible. Es difícil sorprender con un plato que de una forma y otra ha sido tan cocinado y reinventado por tantos chefs. Hay que probarlo. J
Paco se apresuró a contarnos cuáles eran las nuevas incorporaciones de la carta para primavera. Y nosotros, no dudamos en probar el lomo de salmonete de Málaga con consomé de puerros y gambas de Marbella. Cuando la base es producto de temporada y de proximidad la posibilidad de éxito es innegable.
Ni que decir tiene que el salmonete estaba en su punto. Pero tenemos que detenernos en la intensidad, sin mal interpretaciones, del puerro que potencia el pescado. Diego del Río sabe tratar la materia prima con mucho mimo. Y eso se nota, entre otras cosas, en cómo saca el máximo partido a un mismo producto. El puerro en tres texturas: consomé, en crema y marcado. Con esta última opción él mismo nos reconoció después que le costó encontrarle el hueco en la carta.
Con el chivo nos vuelve a divertir sacándole todo el partido. Puedes degustarlo a la royal y en crema de queso. Concretamente hablamos del Royal de chivo Payoyo de Málaga su crema de queso ahumada, mandarina y ensalada de verduritas. Un royal meloso, una crema de queso equilibrada –no es fácil por la intensidad del sabor- y una verduras al dente. Un plato de temporada que estamos seguros de que será muy demandando. Recomendable cien por cien.
En el postre nos dejamos asesorar. Paco García nos sorprendió con Mandarina del Guadalhorce. ¡No nos lo esperábamos! Mandarina en espuma, sorbete, gelatina y su piel. Ejemplo de que un producto sencillo en unas buenas manos se convierte en una materia prima digna de una Estrella Michelín.
Mención aparte tienen los caldos que nos acompañaron toda la noche: Botanic (Jorge Ordóñez), Lascas de Pedernal, Pago el Espino (Cortijo Los Aguilares) y Andresito (Fontalba Capote-‘El Niño de la Salina’). Gran acompañamiento con sabor malagueño.
Queremos felicitar al equipo del Restaurante El Lago por el servicio, el trato y su apuesta por una gastronomía que busca el origen, con un marcado Sabor a Málaga, en muchas de sus materias primas. La especial sensibilidad de un chef como Diego del Río con una Estrella Michelin por la gastronomía de kilómetro cero es todo un ejemplo para el sector.